Dentro del mundo de la Cooperación Internacional, hace unos años apareció la figura del “volunturista”.
Se trata de una persona sin la formación específica adecuada, que durante sus vacaciones desarrolla algún tipo de voluntariado, normalmente social.
Hay algunas (bastantes) ONGD que han encontrado en estas personas un filón para obtener financiación anteponiendo estas grandes cantidades de dinero a los intereses de las personas receptoras de la ayuda, pasando por alto los conceptos más básicos de la cooperación para el desarrollo como son la profesionalidad y la duración necesaria para cumplir los objetivos en cualquier intervención.
Las personas volunturistas, tal y como se desgrana en el vídeo que compartimos, suelen ser jóvenes occidentales que, movidas por un gran afán de ayudar, se desplazan a países en desarrollo a “intentar” ser de ayuda. No tienen formación en cooperación y, en la mayoría de los casos, tampoco en educación o pedagogía aunque suelen enfocar el voluntariado en dar clases de inglés en colegios. Es decir, suelen desarrollar acciones que en sus países jamás podrían hacer por la falta de formación y profesionalidad.
Por otro lado, no suelen dedicar al proyecto más de 15 días o un mes. Participan en programas desestructurados donde cada cual improvisa lo que enseña, sin ningún tipo de desarrollo pedagógico repitiendo contenidos una y otra vez.
Además, suelen ser personas sin ningún tipo de experiencia en el ámbito del voluntariado ya que este “voluntariado internacional” suele ser su primer contacto con este mundo.
David y yo hemos vivido (y seguimos viviendo) muy de cerca lo que ocurre en estos casos.
…nuestra experiencia al respecto
Vinimos a Lombok (Indonesia) con la idea de colaborar con una ONGD española con la que previamente contactamos y a la que no le pagamos nada (podéis leer en nuestro post Cómo encontrar un voluntariado internacional y no morir en el intento nuestras ideas sobre pagar por adelantado para hacer un voluntariado).
La idea era pasar aquí alrededor de 5 meses desarrollando un proyecto concreto de mujeres e incluso complementarlo con un programa con menores. Solo necesitamos unos días para ver que la ONGD en cuestión estaba dirigida por personas sin formación en cooperación (es más, se publicitaban como ayuda humanitaria) y sin ningún tipo de organización ni desarrollo de proyectos estables y sostenibles.
Increíblemente constatamos que no existía ningún plan director, no existían objetivos fijados, ni calendario estructurado de las intervenciones… y por supuesto, el equipo estaba formado por volunturistas que habían pagado por vivir unas “vacaciones solidarias”.
Hemos visto pasar por aquí a chicos y chicas que con toda la ilusión del mundo han intentado darlo todo con la mejor intención en su voluntariado. No habían realizado entrevistas ni pruebas de selección. Gente que no hablaba ni una palabra de indonesio y en algunos casos ni una palabra de inglés.
También hemos visto como día a día algunas de estas personas se iban dando cuenta de que no estaban salvando a nadie, de que lo que estaban haciendo no servía prácticamente para nada más que para llenar sus redes sociales de fotos con “niños y niñas pobres” y que, de alguna manera, habían sido estafadas con esta vivencia por la que además, habían pagado mucho dinero.
¿Cuál es nuestra visión de la situación?
Pues, al igual que ocurre en el vídeo, hemos visto que se hace más mal que bien. Niños y niñas pasando el rato con gente diferente que viene y va, gente con la que se encariñan. Hemos visto escenas dramáticas con menores llorando desconsoladamente cada vez que una de las personas voluntarias se iba, porque además, la propia ONGD promovía estas situaciones (para alimentar egos personales).
Niños y niñas que la semana que viene vuelven a la normalidad de sus vidas sin occidentales yendo y viniendo hasta que el año que viene se abra nuevamente la temporada.
¿Quiénes son las personas responsables de esta situación?
En nuestra opinión, por supuesto las ONGDs que deberían trabajar por y para la cooperación al desarrollo con base profesional y no justificando el “todo vale” para ganar unos euros.
Hemos querido compartir este vídeo y nuestra opinión y experiencia al respecto para intentar concienciar a todas aquellas personas que quieran ayudar. Os invitamos a verlo con toda la humildad del mundo para intentar aprender de la situación.
David y yo, hace tiempo, nos planteamos en una acto de humildad y honestidad, ser conscientes y responsables de nuestros actos y de la enorme repercusión que éstos tienen.
En los países de origen se puede ayudar y mucho, empecemos por ahí y como siempre digo, formémonos adecuadamente para desarrollar la tarea que queremos llevar a cabo lo mejor posible.
Documental El volunturista
Título original: The voluntourist
Directora: Chloe Sanguinetti
www.the-voluntourist.com
2 comentarios sobre “El volunturismo y sus riesgos”
Totalmente de acuerdo!!!
Yo nunca he participado en ONG´s, siempre he preferido envolucrarme en comunidades locales por mi cuenta, lo cuál es una experiencia maravillosa e indescriptible, pero a veces no la mejor opción para hacer una «ayuda productiva».
Ahora soy consciente que se requiere de formación en temas de cooperación internacional, y estoy formándome desde mi vuelta de Indonesia… Quiero volver con las herramientas necesarias e involucrarme en un proyecto organizado donde mi ayuda sea «mucho más eficaz»;)
Comparto, que los culpables de esta falta de profesional, recaé al 100% en las ONG´s y no en la buena voluntad de los volunturistas…
Me ha encantado esta refelxión, mil gracias amigo de Road2Help!!
Gracias por el comentario,
No estamos en contra de las ONG en absoluto, de hecho para realizar una intervención sostenible y eficaz, si no tenemos suficiente experiencia, siempre debemos realizarla en el marco de un proyecto definido y desarrollado por una organización. Nosotrxs simplemente exigimos a estas organizaciones que, como profesionales de la cooperación, actúen en consecuencia y sean responsables.
Nos alegramos que hayas decidido formarte en cooperación, es un camino que nunca termina y verás cómo al ir aumentando tus conocimientos, cambian muchos de tus pensamientos e incluso la forma de ver el mundo.
Por último, está claro que las ONG son las que ofertan este tipo de voluntariados y lxs profesionales que trabajan en ellas deberían desarrollar su labor en base a unos principios, pero no hay que olvidar que nosotrxs, como voluntarixs, también tenemos una gran responsabilidad y por ello animamos a todx el que quiera colaborar a adquirir conciencia sobre lo que hacemos y sobre todo, a comenzar en el mundo del voluntariado en un entorno cultural conocido y cercano.