Pashupati es el dios de los animales. Es una deidad más del gran dios Shiva y se cree que en este templo tiene su residencia.
Cruzado por el río Bagmati (afluente del Ganges), este templo es uno de los más importantes de toda la religión hindú, el más antiguo de Katmandú, centro de peregrinación, y donde la gente en Nepal se despide de sus seres queridos.
Mientras estuvimos en capital de Nepal, por un motivo u otro, siempre fuimos retrasando la visita al templo. Al final lo aplazamos para nuestra vuelta a la capital cuando dejáramos el país, pero llegamos a Katmandú por la tarde directamente al aeropuerto el día que salía nuestro avión rumbo Kuala Lumpur, y ya no nos daba tiempo.
Como el destino es tan caprichoso, nuestro vuelo fue cancelado y fuimos reubicadas en un hotel enfrente de Pashupatinath. Esto era una señal y de pronto teníamos un día libre hasta que saliera nuestro avión, por lo que nos fuimos directamente a uno de los templos más espectaculares que hemos visto.
Bikesh, uno de los guías que trabajan en el templo se nos acercó y comenzó a contarnos historias tan interesantes que terminamos contratándole para que nos pusiera al día con el templo y con las costumbres hindúes.
A lo largo de la orilla del río se encuentran varias plataformas de piedra donde tanto hinduístas como budistas incineran a sus muertos. Cuando llegamos había varias piras y varias familias celebrando el ritual de la muerte (No hicimos fotos de esa zona ya que nos parecía una falta de respeto hacia las familias).
Se realizan cremaciones 24 horas al día todos los días del año. Con los últimos acontecimientos sufridos por el terremoto, las familias se agolpaban esperando su turno y se crearon pequeñas piras en ambas orillas del río… según nos contó Bikesh, se vivieron situaciones muy duras en esos momentos.
El ritual
Tiempo atrás se utilizaban las plataformas según la casta a la que pertenecía la persona difunta. De esta manera, las castas superiores se situaban en las zonas superiores del cauce del río. Actualmente, sólo se diferencian dos plataformas del resto: la usada por las familias del gobierno y la usada por los familiares de los antiguos reyes. El resto de plataformas pueden ser usadas independientemente de la casta a la que pertenezcan. (Tienes más información de las castas en el artículo: Las castas del hinduismo. Tradición por encima de la ley)
Antes de proceder a la cremación, se realizan ritos muy importantes para los creyentes. Se lava y purifica el cuerpo nada más fallecer, se introducen los pies de la persona fallecida en el río y se le cubre con telas blancas y naranjas sobre las cuales se depositan flores y arroz simbolizando la abundancia para la nueva vida en el caso de futuras reencarnaciones (en ocasiones, este arroz se introduce en la boca).
En el Budismo se incineran a las personas en la posición del «loto» (sentado con las piernas cruzadas y los brazos sobre ellas), mientras que en el Hinduismo, las colocan tumbadas sobre los maderos. La familia de los reyes suele utilizar madera de sándalo pero el resto de la población utiliza cualquier tipo de madera aunque en el centro siempre ponen un poco de sándalo.
Las telas naranjas nunca se queman ya que es un color sagrado y son retiradas justo antes de ser alcanzadas por las llamas.
Los hijos varones de la persona fallecida se afeitan todo el pelo del cuerpo (dejando sólo un pequeño mechón en la cabeza) ya que éste simboliza la vida y durante 13 días visten una túnica blanca (sin botones). Tras estos 13 días y hasta cumplirse el primer aniversario de la muerte vestirán de blanco pero ya podrán utilizar botones.
En el caso de las mujeres viudas, también utilizarán el blanco el primer año y renunciarán para siempre al rojo (tanto en la ropa como en el maquillaje) ya que es el color del matrimonio, y nunca volverán a pintarse la raya roja en el nacimiento de la frente.
El momento más difícil del ritual es encender la llama ya que se hace desde la boca de la persona fallecida. Bikesh nos contaba que si la persona fallecida es el padre, debe hacerlo el hijo mayor y si es la madre el hijo menor. Si ésta persona no tenía hijos, la llama debe prenderla un miembro varón de la familia.
En algunos casos, mujeres han encendido la llama de sus maridos aunque esto no suele ser lo habitual. (Antiguamente las viudas se tiraban ellas mismas a las llamas donde prendía el cuerpo de sus maridos o, en ocasiones, los propios familiares del marido encargados de su manutención eran los que las empujaban).
Un cuerpo humano tarda entre 2 o 3 horas en quemarse completamente.
Un trozo de hueso es tomado del cuerpo a modo reliquia y enterrado en el fondo del río antes de empujar los restos y las cenizas al mismo. Y allí están preparados los buscadores. Son jóvenes muchachos que se meten en el río y, con la ayuda de cuencos, van revolviendo el lodo del fondo con la esperanza de encontrar dientes de oro, anillos, monedas etc.
Esta actividad está aceptada ya que en el Hinduismo se cree que la vida es cíclica y, una vez fallecida la persona, si puede beneficiar a una tercera persona, mejora el karma.
El hinduismo no se practica igual en todos los sitios
Existen 4 ceremonias fúnebres hinduístas. Diferentes formas de tratar a las personas fallecidas según la religión hindú; muy relacionadas con los 4 elementos y el ciclo de la vida:
1. Se les incinera y se tiran sus restos al río. El fuego quema el cuerpo, el aire se lleva los malos augurios, se entierra una reliquia en la tierra y se depositan los restos en el agua que la corriente del río se lleva.
2. En la zona de las montañas del Tíbet donde no tienen ríos profundos, cortan el cuerpo y esparcen los restos por la montaña para alimentar a las aves. Este funeral se conoce como «funeral celeste«.
3. En lugares con mar (como ocurre en ocasiones en Bali), se ata una piedra al cuerpo y se deposita en el fondo del océano para alimentar a los peces.
4. Otra opción, normalmente en lugares donde no hay ríos ni océanos, es incinerar el cuerpo y posteriormente llevar las cenizas a algún río sagrado.
* Las mujeres embarazadas, los niños, niñas y los sharus (hombres santos) no necesitan ser incinerados puesto que ya se les considera «personas puras». En estos casos suele utilizarse el «método de la piedra» en el mar.
El complejo de Pashupatinath es grande y en él se concentra el nacimiento la vida y la muerte.
– Hay varios templos dedicados a la fertilidad presididos por el Shiva Lingam a los que acuden las parejas que no consiguen tener descendencia.
– Se encuentra el que fue el templo de sacrificios humanos hoy destinado al sacrificio de animales. (Tienes más información sobre los sacrificios en el artículo: Los sacrificios en el hinduismo)
– Y por último hay un edificio al cual llegan las personas enfermas en sus últimos días para morir allí. Si es posible, intentan hacerlo con los pies metidos en el río sagrado ya que se cree que aquel que muere en este lugar sagrado se reencarnará en «persona» (independientemente de su karma).
Además, al estar tan cerca de las piras fúnebres, se puede realizar la ceremonia de cremación lo antes posible y adelantar la llegada al Nirvana.
El centro del complejo es el Gran Templo al que no tienen permitida la entrada aquellas personas no hinduistas de nacimiento. Está presidido a la entrada por una gran estatua de Nandi (el medio de transporte de Shiva) cubierta en oro y rodeada de monos.
Tras casi dos horas recorriendo y escuchando las interesantes historias de Bikesh, finalizamos nuestro apasionante recorrido por Pashupatinath. Un «imperdible» en Katmandú.
Info útil
Localización: Pashupatinath
Entrada: 1000 NPR. Entramos por la parte sur, por donde está el Hotel Indrani Himalaya y no vimos taquillas ni nadie nos pidió nada para pasar.
Guía: 600 NPR. Estuvimos 1 hora y media de tour. Este precio es orientativo ya que depende del guía y se puede negociar, como todo en Nepal. No entramos en mucha negociación porque nos encantó toda la información que nos dio y cómo nos enseño toda la zona.